Pride!

Acabo de ver Pride una comedia inglesa (muuuuy inglesa) que se estrenó en septiembre de este año y tengo lágrimas en los ojos mientras escribo esto, pero no de pena, sino de felicidad y emoción porque es un subidón de película.

pride

Me encontré con el trailer en Youtube por casualidad y la verdad es que me vino de perlas porque estaba buscando una peli que ver esta noche. Lo primero en que me fije fue en que mi queridísimo Bill Nighy aparecía en este peliculón y tengo por regla tragarme todas las pelis que cuenten con su presencia. Lo segundo que llamó mi atención fue el tema (basado en hechos reales) ¿Mineros del sur de Gales y Homosexuales luchando juntos por la misma causa? Como buena «mariliendre» no me lo pensé dos veces y busque algún link perdido en internet.

La película nos lleva al año 1984, año en el que se desarrollaron las famosas huelgas mineras de Gran Bretaña por las que casi todo el país se movilizó, aunque acabaron con la victoria de la entonces Primera Ministra, Margaret Thatcher.

Mientras que en el sur de Gales las minas están siendo cerradas y miles de personas perdiendo sus trabajos, en Londres es el día del orgullo gay y cientos de jóvenes se echan a la calle para reivindicar sus derechos, pero un joven, Mark Ashton, que esa misma mañana había visto en las noticias cómo miles de mineros eran acosados por el gobierno y más directamente por la policía, decide levantar una pancarta para mostrar su apoyo a todos los mineros del Reino Unido y esa misma noche funda junto con sus amigos el grupo Lesbians and Gays Support the Miners, y comienzan a recaudar fondos esperando que alguna organización de mineros aceptase su apoyo, sin mucho éxito al principio, pero finalmente el pueblo de Onllwyn acepta su ayuda.

Al principio se produce un choque entre los dos grupos (los mineros y los homosexuales) pero poco a poco, el extraño grupo de Londres conquista a casi todo el pueblo y las visitas se repiten de ambas partes. Consiguen incluso recaudar miles de libras para ayudar a las familias de los mineros en paro gracias a un festival benéfico (Pits and Perverts).

Pero la película no es puramente histórica, sino que nos permite adentrarnos en el drama personal de los personajes, desde la represión sexual hasta el SIDA, pero lo que de verdad se trata en esta película es la humanidad. Cómo a pesar de nuestras diferencias todavía podemos encontrar una causa por la que unir nuestras fuerzas, porque todos somos hermanos al fin y al cabo, y somos más parecidos de lo que pensamos, solo tenemos que darnos una oportunidad a nosotros mismos.

Personalmente, está película tenía todo lo necesario para enamorarme, para empezar es una inglesada (Que a mi me encantaaan), para seguir un reparto que incluye, a parte de a mi querido Bill, a Imelda Staunton; un profundo y marcado acento galés, que es precioso; muchos muchos gays y, sobre todo, unos viejitos pueblerinos entrañables. Y es que no hay cosa que me ablande más el corazón que viejitos de mente abierta que den ejemplo a las generaciones más jóvenes aceptando a aquellos que todo el mundo considera diferentes.

Otro ingrediente clave es, sin duda alguna, la entrega y resolución de un grupo oprimido y la lucha sin descanso de otros sometidos a una diferente opresión combinados para luchar por una causa más que justa. Una causa de las que decimos que ya no quedan, pero sí que quedan, las vemos todos los días en las noticias, pero es muy fácil quejarse y decir que nadie hace nada mientras estamos sentados en el sofá hablando de cómo cambiaríamos el mundo si pudiésemos. Bien, pues esta película es un buen ejemplo de que sí podemos; el mundo es nuestro para moldearlo, para hacerlo mejor, no importa lo pequeña que sea tu contribución, quizás no consigas nada, pero al menos podrás decir que lo intentaste.

Ahora mismo, sigo llorando y no puedo parar, tengo la banda sonora de fondo (que merece mucho la pena) y no puedo dejar de pensar que la vida es corta y, en cierto modo, estoy malgastando el regalo que me dieron hace veinte años: Es ahora cuando los jóvenes, nuestra generación, tenemos que levantarnos del sofá y luchar por el «futuro mejor» que nuestros padres querían darnos, de crear un futuro incluso mejor para nuestros hijos. Es ahora cuando podemos permitirnos ser apasionados, comprometernos con una causa hasta el final, elegir un buen camino, hacer algo que cuente.

Nuestra generación no ha vivido una gran guerra, como la que vivieron nuestros bisabuelos, ni una dictadura como nuestros abuelos, no hemos tenido que elegir un bando como hicieron ellos, ni fuimos educados en un sistema opresivo como nuestros padres, que encontraron en la rebeldía su válvula de escape. Nosotros lo hemos tenido todo, nos han criado entre plástico de burbujas y nos han dado libertad para ser quien queramos ser y lo hicieron porque nos quieren, porque no querían que sufriéramos lo que sufrieron ellos, pero, en cierto modo, nos han dejado indefensos ante el mundo, pero eso sí, con la inquietud en la mente y, aun, la rebeldía en nuestros corazones, así que alcémonos juntos por alguna buena causa, antes de que sea demasiado tarde.

Todos estos sentimientos ha despertado esta película, así que supongo que merece la pena verla y os invito a que la disfrutéis tanto como yo. Solidarity Forever!

Pride film still